Aunque parecen aplicaciones normales, los expertos las llaman apps “desplumadoras”. Se pueden descargar como si fueran gratuitas tanto en el Google Play como en el App Store. Sin embargo, de gratis no tienen nada porque el usuario termina pagando cantidades que superan los 450 euros al año por aplicación.

En el caso de los teléfonos con sistema operativo Android, estas aplicaciones suman más de 600 millones de descargas y se encuentran presentes en más de 100 millones de teléfonos. En el caso de Apple, aunque la magnitud sigue siendo millonaria, los datos son sensiblemente inferiores con más de 3,6 millones de descargas.

Se trata de un lucrativo mercado descubierto por la empresa de ciberseguridad Sophos. Y es que la compañía ha bautizado a estas apps con el neologismo de fleeware, que se puede traducir como apps desplumadoras.

TOLERADAS POR GOOGLE Y APPLE

Las aplicaciones desplumadoras tienen un modelo de negocio turbio basados en trucos que Apple y Android toleran. Y, aunque no se trate de troyanos o virus informáticos, emplean distintos ardides para conseguir que los usuarios paguen una (cara) suscripción sin darse cuenta.

Desde la compañía Sophos, explican que una de las características comunes es que “se trata de aplicaciones cuya descarga es gratuita pero que todas las funciones que llevan incorporadas no lo son y acaban resultando muy caras”.

El sistema para ganar dinero está diseñado de tal forma que los usuarios pueden descargar las aplicaciones desde el App Store o desde Google Play sin tener que pagar nada. Sin embargo, una vez que la app está instalada en el teléfono móvil, las propias aplicaciones obligan a los usuarios a darse de alta en un sistema de suscripción que tiene una corta prueba gratuita. De otro modo, los usuarios no podrán disfrutar de las prestaciones de la aplicación.

Sin embargo, “no hay ningún aviso de que si no te gusta la suscripción y cancelas en unos pocos días -normalmente en tres- te empezaran a cobrar”, aseguran desde Sophos.

Es precisamente en este momento en el que los usuarios empiezan a ser “desplumados” con unas suscripciones de precios inflados.

Están expresamente diseñadas para sacar el máximo dinero a los usuarios más incautos. Muchas de ellas incorporan un sistema de facturación semanal. De este modo, una vez pasado el periodo de tres días en el que son realmente gratuitas, el usuario empezará a tener que pagar.

android



Desde Sophos indican que los precios suelen rondar los 8,99 euros a la semana. Esto se traduce en 23,99 euros al mes y 467,48 euros al año por una aplicación que el usuario no sabe ni que está pagando. Sin embargo, hay aplicaciones que cobran hasta 69,99 dólares a la semana.

En otros casos, los pagos se hacen por adelantado y es posible que el usuario haya pagado de golpe un año de uso por estas aplicaciones. Además, se han dado casos de aplicaciones que piden a los usuarios pagar simultáneamente una suscripción mensual y una suscripción semanal valiéndose de una interfaz confusa.

Pueden trucar las valoraciones

Otra de las características comunes que presentan estas aplicaciones es que su nota en Google Play y en el App Store está trucada. Utilizan bots que las puntúan con cinco estrellas y dejando reseña (normalmente en inglés) con un mensaje del tipo “me gusta” o “me encanta esta app”.

Asimismo, utilizan unas estrategias agresivas para anunciarse. En muchas ocasiones, estos anuncios se encuentra dentro de otra aplicación que el usuario se haya instalado.

Conclusión, si una app te ofrece un mes de prueba gratis y te obliga a meter tus datos de tarjeta, asegúrate bien y lee toda la letra pequeña ya que puede que luego no te des de baja y te vayan cobrando hasta que te des cuenta.

Estas son algunas de ellas:



Imagen: SOPHOS

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