Todos los días a las 20:00 h. los balcones de todo el país se llenan de música en aplauso en homenaje a todos los profesionales que siguen haciendo que los servicios mínimos funcionen con normalidad. Policías, sanitarios, bomberos, farmacéuticos, trabajadores del sector de la alimentación, etc.
Sin embargo, como desagradable complemento a esos aplausos, y aunque de manera totalmente excepcional, han ido apareciendo algunas notas durante la cuarentena escritas por inquilinos de comunidades de vecinos que pedían a quienes seguían trabajando que se mudaran a otro lugar hasta que la pandemia remitiese.
El último caso ha sido el de una cajera de supermercado de Cartagena (Murcia), a quien uno de sus vecinos le deslizó una nota por debajo de la puerta en la que se leía: «Somos tus vecinos y queremos pedirte por el bien de todos que te busques otra vivienda mientras dura esto, ya que hemos visto que trabajas en un supermercado y aquí vivimos muchas personas. No queremos más riesgo. Gracias«.
Ella respondió pegando esta nota y otra con su respuesta en el ascensor. La suya decía así: «Soy la vecina del 3º izquierda. Al o a los valientes que dejan notas anónimas bajo la puerta (…) os diré varias cosas: Sí trabajo en un supermercado, con lo cual gracias a nosotros vosotros coméis cada día. No me tenéis que venir dando lecciones de limpieza cuando soy la primera que llega a casa y no puedo darle un beso a mis hijos hasta que no me he limpiado y desinfectado. La próxima vez, en vez de tanto aplauso a las ocho de la tarde, tened un poco más de empatía por las personas que tenemos que trabajar y tenemos familia. Y en vez de dejar notas por debajo de la puerta de mi casa -concluye-, me tocáis el timbre y os lo diré personalmente. Por cierto, gracias por hacer llorar a mi hijo de 10 años, que ha sido el que ha cogido la nota».