¿Formará parte de nuestra vida?
Al menos, esa es la idea. En la práctica, hay serias dudas sobre hasta qué punto es un invento práctico. Según sus creadores, el mecanismo se puede abrir de manera automática, aunque no han explicado cómo; el prototipo mostrado debe activarse manualmente, por lo que se necesita una mano libre para comer.
Por el momento es un producto dirigido al mercado Israelí, pero nunca se sabe dónde puede llegar.
¿Qué os parece?