Hace unos días, un incendio devastaba la vivienda de la familia Hunt, en Philadelphia. Un incendio que no solo acababa con las pertenencias de cada uno de los miembros de la familia, sino con todos los recuerdos de la pareja y de su hijo Daniel.
El niño, de apenas ocho años de edad, fue otro de los grandes damnificados por el fuego. No solo perdió la casa que le vió crecer, sino todos los juguetes que tenía. Sin embargo, sus compañeros de clase y la profesora se pusieron manos a la obra para devolver al niño otra vez la sonrisa.
Nos lo mostraban así en la cuenta de Facebook del colegio.
La acción la llevo a cabo una de las profesoras del centro, que junto a sus alumnos y compañeros de Daniel, se pusieron manos a la obra para recaudar fondos y así poder comprarle nuevos juguetes.
Varios días más tarde, los compañeros de clase de Daniel, se reunieron en el interior del aula minutos antes de empezar la clase. Cuando Daniel entró al aula, como todas las mañanas, se encontró con todos sus compañeros de clase reunidos con una gran cantidad de juguetes.
Cuando vio a todos sus compañeros esperándole para darle la sorpresa, Daniel no se lo podía creer. Sin embargo, después de procesar la información, el pequeño se emocionó y se fundió en un abrazo con todos sus amigos. De hecho, dejó los juguetes a un lado para agradecerle personalmente el gesto a cada uno de sus amigos y amigas, tal y como cuenta una de las profesoras en declaraciones a los medios locales: “Este tipo de gestos muestran el gran corazón de Daniel”.
La madre del niño contaba como estuvo llorando al enterarse de la noticia más de media hora. “Estamos abrumados por todo el amor que hemos recibido por parte del colegio y de los compañeros y compañeras de Daniel”. Contaba entre una mezcla de emoción y lagrimas.
